Un día ya cansados
recogemos la vida,
y recordamos
que tenemos una historia
que contar,
una historia que
nos alcanzó cansados
mientras el tiempo
jugaba al niño joven
que llevamos dentro.
Es la historia
en la piel de los años
que reflejan los espejos,
cuando el sueño,
y la ilusión del deseo,
acaban enterrando
la esperanza.
Es la historia de un otoño
que esparciendo sus hojas
nos pone los pies
sobre la tierra.
Es la historia
de un día cansado,
de un día enojado.
donde ponemos la barba
al remojo y secamos
nuestras dolencias
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