y encuentro tímpanos al dolor.
Extirpo la boca a las cosas
y pongo cascabeles al rato.
Corro a tocar mi gesto
y me encuentro en el espejo hueco.
La calle grita.
Huyen ángulos entre las sombras.
La calle grita.
Huyen ángulos entre las sombras.
De luna y espejo está hecha la soledad.
Voy al encuentro de mi mismo.
Cabalgo la rabia de los perros
que van doblando
las esquina del barrio.
La noche
escribe su historia
y el viento de la brisa pasa,
Cabalgo la rabia de los perros
que van doblando
las esquina del barrio.
La noche
escribe su historia
y el viento de la brisa pasa,
sin tocar nunca
al hombre viejo
que está sentado.