jueves, 25 de junio de 2020

MI CASA


 MI CASA

En el infame rincón del monólogo.
Me sorprenden las cosas, 
y las dudas.

Vivo con los espejos, 
de mis máscaras. 
adulando los vicios 
de mis sombras.

Vivo comprendiendo  el mundo 
con mis liturgias de loco,
haciendo de las cosas  
trajes de silencios 
en  noches de luna.
 
acorralado,
vuelvo al llano 
de las sombras, 
donde nunca acabo
de morir. 
Al tic tac del tiempo
me sorprende la noche. 

Oigo zumbar un mosquito 
y las campanas de una ermita.
Hay noches destronadas
por un grito de luna.

Entre velas y jolgorios en velorios 
se van las horas 
y no hay como enterrarse solo
y te vas yendo muy adentro,
despacito,
mordiendo hierro y rabia,
mientras afuera, 
se fragua un silencio infinito
que estalla 
en mil astillas.

Sobre este paisaje detenido 
nada termina de caer.
El cielo y la noche pasan  
peinando las nubes  
de horizontes perdidos.
Aquello que nunca llore de cerca 
ni de lejos
es ahora 
un corazón 
de sueños encontrados.


 


 
   



sábado, 6 de junio de 2020

EXTRAÑEZA DEL ALMA

EXTRAÑEZA DEL ALMA

Hemos extrañado 
un apretón de manos, 
un abrazo,
un beso
y un saludo

Hemos extrañado a la gente
con las calles vacías,
el cafecito de la esquina
el mate del amigo 
y compañero.

Hemos extrañado los parques,
los bares 
y teatros,
el paseo del perro
y las caminatas
de los domingos
en la plaza.

¡Cuánta extrañeza!
Distancia y tiempo 
anidaron la soledad del mundo,
y el mundo pareció desierto,
los viajeros se habían ido,  
y desnuda se quedo la noche 
y con miedo.
 Pero los ausentes
¿quién los extraña?

Un viento en revuelo,
disuelve las cenizas anónimas
y muerde mis pensamientos.

Desde estas puertas anquilosadas 
donde ya nada me parece, 
oigo las campanas 
de una iglesia vacía,
tocando en el silencio del alma,
miro hacia arriba
y se me cae el cielo
como una piedra confinada 
al recuerdo del olvido

Una rosa
una fosa
y una lágrima
no son para decir adiós 
por que nadie 
se extraña ni muere
con sus muertos
cuando los recuerda 
con amor.