El silencio entra en las casas vacías,
se esconde en los espejos,
y nos expía mirándonos
a la cara.
Es un grillo
en medio de la inquisición
de la soledad.
Aunque nada parezca romper
con los bullicios del alma,
Aunque nada calle.
una puerta anquilosada,
una gota muriendo
en una piedras de pileta
Nada empuja
a quebrar
el pensamiento
ni a calmar
este aliento.
Brotan siempre notas
que bajan y suben,
sentimientos y emociones,
de mentiras y verdades
que desembocan al final
de un silencio
sin silencio.
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